Carta a los editores de Le Nouvel Ane por Ricardo Seldes, 11-11-2007
La última parte del texto de J-A. Miller sobre depresión que apareció en el N° 7 del NA, nos conduce a un bello ejemplo de la actualidad, la decisión de Cécile Ciganer (ex Sarkozy) de rechazar cualquier “Guía” estereotipada de conductas y sostenerse en un acto, marcado por la autenticidad.
Luego de leer por internet la entrevista que le realizara la revista Elle, le he escrito una carta para testimoniarle la admiración que me despertó su coraje de renunciar a los honores y privilegios que le otorgaban su condición de Primera Dama de Francia.
Al hacerlo le recordé el parentesco que nos une: mi abuelo materno Jacobo Chiganer era primo hermano de su padre, André Ciganer y le mencioné el almuerzo familiar en el que la conocí en 1974 en ocasión de mi primer viaje a Europa. En aquella época vi una bellísima adolescente, y me percaté de su inteligencia poco común. Al finalizar la comida, su padre se retiró por sus obligaciones laborales y permanecimos, (creo que también con uno de sus hermanos), en una conversación con Diana, su encantadora madre. Diana nos contó (en español) las peripecias de la vida de su esposo, y les divirtió cuando yo pude relatarles la impresión que me había causado la primera imagen de André al entrar en la casa, ya que su parecido físico con mi abuelo era tan asombroso que se los podía considerar hermanos mellizos. Mi abuelo había fallecido tres años antes y el verlo, hizo que lo recuperara por unas horas. Pensamos en las diferencias de las vidas de cada uno. Mis bisabuelos llegaron a la Argentina en el siglo XIX en las primeras inmigraciones judías, mientras que los abuelos paternos de Cécilia permanecieron en Europa.
Antes de irme de su casa, Diana me obsequió un libro de su estima (y de su biblioteca) acerca de los tesoros ocultos de Israel, un libro que era un testimonio de su posición de respeto al saber de los judíos, como antecesores y portadores de una verdad retomada por el cristianismo.
Al conocer que mi prima lejana iba a ser la First Lady de Francia evoqué ese momento de encuentro familiar de hace más de 30 años, aunque el verdadero impacto lo experimenté cuando me enteré de su divorcio del Presidente, de su determinación por tener una vida ordinaria, una vida para ser vivida.
J.-A. Miller comparte la alusión que han hecho de su corazón sencillo, pero contra los agravios de quienes bregan ahora por denigrarla. Los difamadores no reconocen su modestia, aquello tan íntimo alojado en el alma de la dicha-mujer y que en este tiempo se hace público.
Borges ha dicho que un volumen de versos no es otra cosa que una sucesión de ejercicios mágicos. Y agregaba ...el modesto hechicero dice lo que puede con sus modestos medios. En las palabras que definen el acto de Cécilia, se trasluce algo que escapa a cualquier guía y a todos los formularios de normalidad estadística: una verdadera modestia liberada de un falso-semblante, la que se reconoce, la que no se olvida.
Este es el rasgo de 1974, y este es mi homenaje a su coraje de permanecer, no sin obstáculos, en el camino del deseo.
Ricardo Seldes
Psicoanalista (Buenos Aires)
Miembro de la EOPL y de la AMP
Organizador del proximo Congreso mundial de la AMP
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